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"Correr es una moraleja de la vida"

Hoy lei esta frase en el Instagram de uno de mis compañeros de trabajo y me pareció tan real.
No les contaré la historia de cómo comencé a correr, sólo les diré que lo hago hoy en día a pesar de que hace unos años no corría ni a la esquina de mi casa.

Me he llevado grandes sorpresas desde que corro, me he hecho mejor persona, con hábitos saludables como a todo aleta, sin embargo va más allá, es más profundo el cambio.

Entreno casi todos los días desde que me propuse correr un maratón, sin embargo este año lo estoy trabajando diferente por las multiples lesiones a las que me he enfrentado, y aquí viene el teje y maneje de este asunto, comenzando por el hecho de la determinación que he adquirido para correr ese maratón, hay que levantarse temprano, debo entrenar en la mañana ya que hace mucho calor mas tarde, debo todos los días vencer al sueño, no, aquí no hay 5 minutitos más, debemos salir a tiempo para llegar a tiempo, recuerden que vivo en la Ciudad de México y aquí el caos vial es de verdad una cosa tremenda. Hay días en los que no me quiero levantar, que de verdad mi cuerpo no quiere entrenar, sin embargo hay que escuchar, si es flojera me levanto y cuando termino de entrenar siento una relajación completa, como si hubiera triunfado ese día, y si, lo hago.

Tengo un problema con el terminar las cosas, sicológicamente quiere decir que me cuesta mucho trabajo desprenderme, tenía un problema al terminar mis carreras, a los 200 metros de la meta me detenía, como si no quisiera cruzarla, el pretexto era que mi cuerpo se cansaba, pero era una constante, hasta que logre entender que rendirse no es una opción, que en esos momentos hay una reserva de fuerza dentro de uno, si, aunque creas que ya se agotó, siempre esta ahí, ahora es distinto, en vez de detenerme comencé a cerrar, a aceptar la meta, ya se que viene otra meta más y que será mejor. Así en la vida.

Hay una metáfora que me encanta: "El dolor será permanente, deberás aprender a correr con él, vas a correr con el", eso me dice mi coach cada vez que algo me duele, y vaya que esto es seguido, así, como en la vida, me ha explicado que el dolor me hace más fuerte, si, de forma literal, mi cuerpo duele, luego se hace resistente y luego ese dolor se convierte en fuerza. Hoy que me duele el corazón por multiples razones veo que me hará crecer, el dolor es bueno al fin de cuentas, lo sufres pero cada vez eres mas fuerte y así más resistente a todo lo que te pueda pasar en la vida.

Soy una romántica, o al menos así me perciben esos espíritus libres que se me atraviesan en el camino, así que siempre soy más vulnerable gracias a mi idealización de las cosas, espero mucho, demasiado, de las personas, de las situaciones, de la vida misma, de mí.

Cada vida es distinta y por ende cada corredor traza un camino diferente, la mía es una historia que tiene que ver con el dolor y el miedo, bien dicen que el miedo es una bestia a la que debemos domar y que el dolor es el mejor maestro en esta vida.

Yo se que después de Agosto mi vida no será igual, me encanta pensar en que la chica que empezó a entrenar sera muy distinta a la que terminara ese Maratón. Entrenamiento de vida.

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