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El amor no se crea ni se destruye, solo se transforma.

Amar con toda la intensidad de tu corazón solo se hace una vez.

Te miré, recordé quien eras y quien era yo cuando estaba contigo, vi en tus ojos ese mismo amor de hace 10 años, esa llama y esa mirada que se enternecía al dirigirse a mi, te mire contemplarme, de lejos, aunque no lo estábamos, ni siquiera a pesar de las miles de millas que nos separaban.

Se que tú y yo nunca seremos los mismos, ambos hemos seguido nuestro camino, ahora eres feliz con alguien a quien has decidido entregarte y lejos de dolerme me alegra, me alegra saberte feliz.

Yo hoy soy seguramente la mujer que amaste, pero también soy la mujer por la que hubieras decido quedarte, he cambiado, he crecido, madurado, se que hubiera gustado estar hoy aquí, lo vi, lo descubrí en esos ojos que miraban con añoro mi sonrisa.

Ahí supe que el verdadero amor no se acaba, solo cambia, siempre te he amado y siempre lo voy a hacer, no de la forma pasional en la que esos dos jóvenes lo hacían, no, no es un deseo carnal, solo se que te busco en cada persona, que trato de encontrar tu abrazo, tu beso, tu alma errante en cada alma que encuentro, y no estás, nunca vas a estar.

Tengo fe en que el destino, Dios, la vida, alguno de ellos ponga en mi camino a alguien como tú, o si no al menos a alguien que no se vaya y que logre de verdad conquistar mi corazón, de la misma forma que lo hiciste tú.

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